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Cannabis

QUÉ ES

 

El término “cannabis” hace referencia a tres subespecies de planta, que dependiendo de sus concentraciones de Tetrahidrocannabinol (THC) (cannabinoide más importante a nivel psicoactivo y sustancia ilegal a concentraciones superiores al 0,3%) y de otros compuestos (como el CBD, CBN, etc.) tendrán unos efectos u otros:

  • Cannabis sativa: Efectos más energéticos, creativos y euforizantes. Alivia la ansiedad o el dolor sin experimentar una fuerte sedación. Mayores concentraciones de THC.

  • Cannabis indica: Efectos más sedantes, relajantes y analgésicos. Mayores concentraciones de CBD.

  • Cannabis ruderalis: Combina ambos efectos, dependerá de su composición genérica.

 

El cannabis más consumido en España proviene de  la subespecie “cannabis sativa”, y la sustancia, que actúa como perturbadora del Sistema Nervioso Central se conoce popularmente como porro, hachís, hierba, costo, marihuana, marijuana, maría, etc. La planta posee más de 400 sustancias químicas, de las cuales más de 40 son psicoactivas. A estas sustancias psicoactivas es a lo que se llama cannabinoides (THC, CBD, CBN…). A tener en cuenta que el CBD es legal en España, y cualquier producto que no supere el 0,3% de THC.

 

Las formas de presentación son diversas y en ellas varía la concentración de THC y, por lo tanto, sus efectos, de tal modo que, a mayor concentración, mayores son los efectos:

  • Marihuana:  Mezcla formada por diferentes parte de la planta trituradas (hojas, flores y tallo). Contiene entre un 5% y un 30% aproximadamente de THC.

  • Hachís: Pasta formada por las secreciones resinosas de THC que se almacenan en las flores de la planta hembra. Contiene entre un 10% y un 30% aproximadamente de THC.

  • Aceite: Mezcla de aceites esenciales y resinas extraídas de las hojas maduras, por medio del uso de diferentes disolventes. Contiene entre un 15% y un 60% aproximadamente de THC.

 

​Como droga ilegal, su tráfico está prohibido (constituye un delito) y también su tenencia si supera los 100 gramos de marihuana o los 25 gramos de hachís (basándose en que cantidades inferiores serían destinadas para el autoconsumo) o bien si en menores cantidades hay sospechas de venta. Aun así, su consumo en público y tenencia pueden suponer una multa administrativa.

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CÓMO SE CONSUME

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Por lo general, el cannabis se consume fumado en forma de cigarrillo (porro, peta, chusco, canuto, pito, leño) en una pipa o en un vaporizador. También puede consumirse ingerido mezclado con alimentos (pasteles, galletas) o en forma de infusión (el THC no es hidrosoluble, pero en combinación con lácteos).

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​​LOS EFECTOS DEL CANNABIS

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La inhalación produce efectos casi inmediatos que pueden durar de 1 a 3 horas. Los comestibles tardan más en hacer efecto (30 minutos a 2 horas), pero sus efectos pueden durar de 4 a 6 horas o más.

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EFECTOS DESEADOS

  • Aumento del apetito

  • Analgesia moderada

  • Sensación de euforia

  • Relajación

  • Somnolencia

  • Desinhibición

  • Risa incontrolada

 

EFECTOS INDESEADOS

  • Sequedad de boca

  • Enrojecimiento de los ojos

  • Taquicardia

  • Sudoración

  • Pérdida de concentración

  • Disminución de la coordinación motora.

  • Problemas para pensar

  • Cambios sensoriales y perceptivos

  • En altas dosis puede provocar alucinaciones.

 

Los efectos dependerán de la forma de consumo, de la tolerancia y de la concentración de THC entre otros.​

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CONSECUENCIAS DEL COSUMO

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  • Intoxicaciones que incluyen ataques de ansiedad y taquicardias y también bajadas de tensión, mareos y vómitos (“amarillos”): pueden producirse cuando se da un consumo elevado, con el estómago vacío o se mezcla con alcohol.

  • Ciertos tipos de cáncer: el cannabis contiene material cancerígeno que puede afectar al pulmón, la boca o la laringe. Además, los porros de cannabis son fumados generalmente sin filtro, lo que conlleva una inhalación más profunda, durante más tiempo y, por tanto, más perjudicial.

  • Problemas en el sistema respiratorio (bronquitis crónica, enfisema pulmonar, etc.): quienes fuman marihuana regularmente suelen tener los mismos problemas respiratorios de quienes fuman tabaco, tos crónica y flemas, y son más propensos a resfriarse.

  • Trastornos reproductivos: la marihuana afecta a la función sexual masculina y femenina. Se ha comprobado una estrecha relación entre su consumo y la esterilidad. A dosis altas, esta droga puede tener efectos adversos en la producción de esperma, así como provocar trastornos en el ciclo menstrual y la producción de óvulos.

  • Trastornos inmunológicos: los estudios demuestran que la droga impide la función normal de las células T, cuando se trata de defender al sistema respiratorio de ciertos tipos de infecciones.

  • Síndrome amotivacional: este síndrome se caracteriza por la abulia, la apatía, la pasividad, la indiferencia o irritabilidad, la dificultad atencional y la fácil fatigabilidad.

  • Adicción: el cannabis produce una fuerte adicción psicológica y su síndrome de abstinencia provoca insomnio, ansiedad, irritabilidad, sensación de aburrimiento, desazón y cambios en el apetito.

  • Cuando se consume cannabis por vía oral (preparados cocinados de marihuana o hachís, aceite o preparados farmacéuticos) aumentan los riesgos de sobredosificación e intoxicación. Con esta vía de administración también aparecen con más frecuencia los efectos alucinógenos de la sustancia y si se produce una intoxicación, los efectos adversos pueden durar más y ser más potentes (mareos, ansiedad y taquicardias, lipotimias, etc.). En algunos casos pueden aparecer episodios psicóticos agudos.

  • Todos estos efectos se agravan cuando el cannabis se mezcla con otras drogas.

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SI DECIDES CONSUMIR...

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  • Decide previamente si vas a consumir cannabis o no. Si no estás seguro/a, no consumas.

  • Consume con personas de confianza con las que te sientas seguro/a si algo va mal.

  • Si los demás no quieren consumir, no te pongas pesadx.

  • Conoce tus límites. Cada persona reacciona de forma diferente al cannabis. Aprende a identificar cuándo has consumido suficiente y escucha las señales de tu cuerpo y mente.

  • Espacia tus consumos, haz pausas y días sin consumir. El consumo regular o intensivo tiene efectos acumulativos. Alternar con días de descanso ayuda al cuerpo a recuperarse y prevenir dependencia.

  • El hachís y la marihuana afectan tu capacidad de concentrarte. No fumes si tienes que estudiar, trabajar o realizar cualquier tarea que requiera concentración.

  • ¡¡¡Ojo con las combinaciones!!! Si mezclas el cannabis con el alcohol puedes pillar un “amarillo”.

  • Cuando ingieres alimentos cocinados con hachís o marihuana es difícil saber controlar la cantidad que consumes. No te dejes llevar por el apetito; puedes sufrir una intoxicación muy fácilmente.

  • Ten en cuenta tu estado físico y anímico, el ambiente, el momento, etc. El cannabis actúa como catalizador y amplificador. Si no te sientes bien física o psíquicamente no debes fumar.

  • Si fumas y empiezas a sentir náuseas o ansiedad, ¡que no cunda el pánico! Encuentra un lugar tranquilo, come o bebe algo dulce y relájate.

  • Para evitar pescar un resfriado o cualquier otro tipo de infección, evita compartir el porro.

  • Evita siempre usar pipas de materiales tóxicos, como por ejemplo plástico o bronce. Al calentarse, estos materiales desprenden gases muy tóxicos para nuestro cuerpo.

  • ¡¡¡Ojo con plagas y hongos!!! Es recomendable analizar la planta y evitar utilizar cogollos o resina de plantas previamente infectadas.

  • Una de las maneras más perjudiciales de consumir cannabis es fumando, ya que llegan a aspirarse muchas sustancias nocivas que van directamente a los pulmones. Existen otras formas de consumo menos perjudiciales como, por ejemplo, por medio de vaporizadores.

  • ¡¡¡Ojo con lo que te fumas!!! Bajo la denominación genérica “spice” se venden unos preparados con diferentes hierbas, aparentemente inocuos, tanto en Internet como en herboristerías y similares, que contienen cannabinnoides sintéticos muy peligrosos debido al poco conocimiento que se tiene de su toxicología y su seguridad en humanos.

  • No te guíes por lo que sientes con el cannabis para experimentar con otras drogas. Las drogas son muy diferentes entre sí. Infórmate bien antes de decidir.

  • No consumas por consumir ni por estar a la onda ni por el simple hecho de que te pasen un porro. Ten personalidad.

  • Es recomendable no mezclar el cannabis con otras drogas.

  • Es recomendable no mezclar el cannabis con medicamentos.

  • Evita consumir si padeces algún trastorno psicológico o simplemente estás pasando por una mala racha, ya que se trata de un depresor. No consumas tampoco si padeces de enfermedades del corazón y/o de los pulmones. O si sufres de asma, hipertensión o epilepsia.​

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Tel.: 963 93 40 85

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