QUÉ ES
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La ketamina es una droga disociativa (produce la sensación de separar el cuerpo de la mente) con potencial alucinógeno y depresor.
Ha sido utilizada originalmente en medicina por sus propiedades analgésicas y, sobre todo, anestésicas. Se presenta diluida o en polvo una vez evaporado el líquido excipiente.
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Lo habitual es que se presente en forma de polvo, pero también puede encontrarse con forma líquida o en forma de pastillas o cápsulas.
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​Como droga ilegal, su tráfico está prohibido (constituye un delito y posibles condenas de privación de libertad) y también su tenencia si se superan los 6 gramos o hay sospechas de venta. Aun así, su consumo en público y tenencia pueden conllevar una multa administrativa.
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CÓMO SE CONSUME
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Por lo general se consume esnifada por la nariz.
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LOS EFECTOS DE LA KETAMINA
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La aparición de los efectos es casi inmediata y los efectos más agudos pueden perdurar hasta 2 horas tras su consumo.
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EFECTOS DESEADOS
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Euforia.
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Eliminación de las sensaciones de dolor.
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Disociación.
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Sensación de flotación o ingravidez.
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Alteración sensorial.
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Estado de ensoñación e introspección.
EFECTOS INDESEADOS
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Pérdida de coordinación y equilibrio.
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Problemas de visión.
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Confusión mental.
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Ansiedad o pánico.
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Distorsión de los sentidos
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Parada respiratoria
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Alucinaciones intensas.
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Experiencias cercanas a la muerte (falta de oxígeno, baja circulación…)
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Epilepsia
En los efectos influirán variables como el grado de pureza, la tolerancia previa y la mezcla con otras sustancias. Aun así, las dosis de bajo, medio y alto riesgo para la ketamina esnifada son:
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CONSECUENCIAS DEL CONSUMO
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El consumo reiterado puede provocar lesiones cerebrales, trastornos de la memoria, dificultades en la capacidad de concentración, deterioro de las habilidades lingüísticas, alteraciones del sueño, ansiedad, paranoias, depresión, demencia, tics y flashbacks (reaparición de efectos sin haber consumido), daño cerebral, dificultades en la digestión y en la micción y problemas oculares.
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​SI DECIDES CONSUMIR...
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Decide previamente si vas a consumir GHB o no. Si no estás seguro/a, no consumas.
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En caso de decidir consumir, hacerlo en dosis bajas de forma espaciada. esperando sus efectos para familiarizarse con ellos. No redosificar hasta pasadas 2-3 horas.
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Consume con personas de confianza con las que te sientas seguro/a si algo va mal.
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Si los demás no quieren consumir, no te pongas pesadx.
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Conoce tus límites. Cada persona reacciona de forma diferente a la ketamina. Aprende a identificar cuándo has consumido suficiente y escucha las señales de tu cuerpo y mente.
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No comas nada una hora y media antes del consumo y tampoco durante el consumo por la posible aparición de náuseas y riesgo de ahogo a causa del vómito.
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Está contraindicada para personas con hipertensión, problemas cardíacos o con antecedentes de accidentes cerebrovasculares.
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Las rayas deben ser más pequeñas que las de la cocaína, las primeras veces no más de 10-15 mg.
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No utilizar siempre el mismo lado de la nariz, alternando fosas nasales.
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Utilizar una superficie limpia.
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Irrigar las fosas nasales con agua o suero fisiológico.
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En caso de depresión respiratoria, mejor la ventilación mecánica que la administración de analépticos.
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Utilizar un turulo propio, limpio, desechable y no rígido.
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Pulverizar o triturar bien la sustancia.
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No mezclar el consumo de ketamina con otras drogas o medicamentos. Es más peligrosa mezclada con otros depresores.
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Es recomendable no conducir las 24 h después del consumo ni realizar cualquier otra actividad que pueda ser peligrosa, ya que la recuperación requiere un tiempo.
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Descansar varios días o semanas entre consumos.