
El programa “CON EL VERDE NO TE LÍES” se estructura de acuerdo a la estrategia de la “reducción de daños y riesgos”, alineándose de ese modo con la principal estrategia de actuación que articula la "Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024" del Plan Nacional sobre Drogas y el "Plan estratégico de drogodependencias y otros trastornos adictivos", elaborado periódicamente por la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Generalitat Valenciana.
El consumo de cannabis por parte de los jóvenes representa uno de los problemas más importantes relacionados con los consumos recreativos de sustancias psicoactivas. El cannabis es la droga ilegal más usada y la que más tempranamente se empieza a consumir.
En 1948 la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a la conclusión de que el uso del cannabis era peligroso física, mental y socialmente, pese a ello hoy nos encontramos ante un fenómeno de tolerancia social en el que el consumo de cannabis se ha desdramatizado y desmitificado (OMS, 1997).
De los efectos que ejerce sobre la salud, se sabe que su uso tiene efectos perjudiciales agudos y crónicos. Entre los agudos, alterar la cognición y la respuesta psicomotora, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tráfico, por ejemplo. Entre los crónicos, afecta selectivamente el aprendizaje y la memoria tanto en adultos como en hijos de madres consumidoras, causa lesiones en el sistema respiratorio y altera la respuesta de algunas células inmunitarias (Quiroga, 2000).
De igual modo, la OMS considera que el cannabis incide negativamente en la salud mental porque parece ser capaz de ocasionar un síndrome de dependencia, similar al de otras drogas, inducir psicosis propias, causar un síndrome amotivacional, y exacerbar el curso de la esquizofrenia, así como precipitar su inicio (OMS, 1997).
A pesar de estas graves consecuencias, en el caso de la prevención del consumo indebido de cannabis podemos afirmar que hasta el momento actual no se han puesto en marcha unas políticas globales que permitan suavizar las fuertes tendencias ascendentes de consumo que venimos observando desde hace años; más bien sucede lo contrario, que ante el vacío de respuesta y la apatía de la mayor parte de los políticos y gobiernos, los grupos “pro-cannabis” que promueven y fomentan la apología de su consumo van ganando terreno y posiciones, lo que hace que cada vez el punto de partida para las medidas de prevención se sitúe en niveles más débiles y resulta más difícil desmitificar las “bondades” de su consumo (Folgar y Lamas, 2014).
A la prevención se le presenta un importante desafío, pues realizar una política preventiva basada exclusivamente en una actuación en el ámbito escolar resultaría exiguo; por ello se deben buscar y conseguir cambios en las normas, en los procesos sociales profundos para aumentar la percepción de los riesgos que su uso tiene en los usuarios del cannabis. En algunos países europeos y en casos aislados, ya no solo se hace hincapié en alertar sobre los riesgos de las drogas, sino también su marketing social (Folgar y Lamas, 2014).
A pesar de esta situación, hasta la fecha no se han puesto en marcha campañas informativas específicas que incidan en los consumidores de riesgo y hagan visibles los problemas asociados al consumo de cannabis, aumentando la información disponible sobre esta sustancia y desactivando los falsos mitos que la rodean, así como informando sobre los riesgos asociados al consumo de cannabinoides sintéticos, que se están convirtiendo en una de las drogas ilegales más peligrosas de la actualidad.
En este contexto ha surgido la conveniencia de poner en marcha una campaña específica sobre consumo de cannabis dirigida a la población de riesgo, que sea capaz de promover el necesario y urgente debate social sobre la realidad actual del consumo de esta sustancia en nuestra sociedad.
Junto con la definición de una creatividad y unos ejes de comunicación con capacidad de impactar, tanto en el conjunto de la sociedad como en la población de riesgo, y la elaboración de materiales on-line y off-line informativos la campaña, se pretende poner especial atención en la intervención y mediación social sobre los jóvenes potencialmente consumidores en los espacios de ocio en donde llevan a cabo el consumo de esta sustancia (interviniendo con carácter pionero en parques y plazas, entre otros espacios) que al mismo tiempo sean capaces de generar dinámicas de interacción atractivas, mediante la elaboración de argumentarios y actuaciones que incorporarán gamificaciones y el análisis de sustancias con el que poder identificar los niveles de adulteración del cannabis, así como la presencia de hongos y, por tanto, su potencial efecto perjudicial en el organismo.
Gracias a estas actuaciones, se genera el necesario interés y credibilidad que favorecen una interiorización efectiva de la información de carácter preventivo por parte del público objetivo.
OBJETIVO GENERAL DEL PROGRAMA
Generar y/o modificar las creencias para la reducción de los riesgos asociados al consumo de cannabis en la población adolescente y juvenil potencialmente consumidora.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS Y OPERATIVOS DEL PROGRAMA
O.E. 1
Fomentar el conocimiento activo de las personas jóvenes consumidoras de cannabis sobre la sustancia y sus riesgos asociados y cómo reducirlos.
O.Op. 1.1
Realizar intervenciones participativas itinerantes en lugares estratégicos en donde se llevan a cabo los consumos recreativos de cannabis.
O.E. 2
Aumentar la información disponible por parte de la comunidad sobre la problemática actual del consumo de cannabis en la población adolescente y juvenil.
O.Op. 2.1
Disponer de canales de comunicación abiertos al conjunto de la sociedad, tanto presenciales como en línea, en los que poder dar cobertura a las necesidades de información.
O.Op. 2.2
Realizar estudios en base a los datos recopilados en las intervenciones.
O.Op. 2.3
Difundir noticias e información contrastada y relevante sobre la problemática del consumo de cannabis en la Comunidad Valenciana.
POBLACIÓN META
De una manera general, se establece que la población diana sea el colectivo de personas de entre 14 y 30 años, potencialmente consumidora de cannabis que desarrolla parte de su tiempo de ocio en espacios en donde se suelen llevar a cabo mayoritariamente estos consumos, como plazas, parques, skate-parks y alrededores de centros educativos y de formación.
PRINCIPALES ACTIVIDADES DEL PROGRAMA
DINÁMICAS INFORMATIVAS MEDIANTE INTERVENCIÓN DIRECTA EN ESPACIOS DE OCIO
Realización de las intervenciones presenciales mediante equipos de entre 4 y 8 mediadores/as con amplios conocimientos sobre cannabis, según las necesidades de la actividad.
Las actividades se llevarán a cabo en plazas, parques, skate-parks, alrededores de centros educativos y formativos y zonas de ocio en horario vespertino para aumentar la capacidad de impacto sobre la población meta más joven, menos proclive a ser usuaria de dichas zonas durante el horario nocturno.
Las intervenciones se estructuran del siguiente modo: en primer lugar se llevará a cabo una primera fase de aproximación a los grupos de jóvenes que se encuentren en los espacios anteriormente señalados, a través de la cual permitir el contacto entre mediadores y jóvenes, generando un contexto de complicidad y confianza. En este punto, las gamificaciones en tablets pueden funcionar como un instrumento para favorecer ese contacto, dado su carácter lúdico. Además, el contenido de las gamificaciones sirve para desmotar falsos mitos relacionados con el consumo de cannabis y ser la puerta de entrada para la transmisión de más información.
A continuación, y en segundo lugar, se pasará a dialogar con el grupo de jóvenes desde una óptica de reducción de riesgos y no criminalización del consumo apoyándose en el material informativo, un material diseñado exclusivamente para la campaña con una estética tipo cómic realizado por un dibujante muy relacionado con la cultura cannábica, lo que favorece el interés, la credibilidad y la transmisión de información. En esta fase de la intervención se aplicará el cuestionario en materia de consumo de cannabis que permitirá, junto al material informativo entregado, fomentar el diálogo con las personas encuestadas, de manera que la labor preventiva del mediador o mediadora pueda ir demoliendo las ideas preconcebidas, los falsos mitos y las creencias normativas del grupo. De este modo, se dotará a los y las jóvenes de argumentos frente a la presión grupal favorecedora del consumo.
En tercer lugar, el equipo de mediadores, mediante una lupa-led de 100 aumentos, posibilitarán que los y las jóvenes visualicen muestras de hachís y marihuana al objeto de identificar la posible presencia de adulterantes en el hachís y la presencia de hongos o plagas en el caso de las muestras de flores femeninas. A través de esta interacción con los grupos se tratará de aumentar la percepción del riesgo derivado del consumo de cannabis mediante la toma de consciencia, por parte de la población meta, de los adulterantes contenidos en las muestras. En ese sentido, esta fase de la intervención permitirá incidir en los efectos neurobiológicos del consumo del cannabis así como de los adulterantes más habituales, tomando como referencia las muestras analizadas.
En conclusión, esta modalidad de intervención, realizada en los propios espacios de ocio y reunión de los consumidores potenciales de cannabis, permitirá a través del diálogo alcanzado con los jóvenes mediante las gamificaciones, las encuestas y las lupas-led, transmitir de una manera eficaz información sobre los riesgos del consumo del cannabis, así como desactivar los mitos que rodean a este consumo dotando a los y las jóvenes de información y herramientas argumentativas para poder frente a la presión ante el consumo.
ESTUDIOS EN BASE A LOS DATOS RECOPILADOS EN LAS ACTIVIDADES REALIZADAS
Estudio sobre la prevalencia del consumo de cannabis. El objetivo es detectar las tendencias en los hábitos de consumo de cannabis por parte de la población potencialmente consumidora. El análisis estadístico se realiza mediante el uso del software SPSS v.22.